Para cualquiera es importante reparar su coche cada vez que se le averíe, pues este resulta un medio con el cual se le facilita su vida. Pero en el caso de las empresas que tienen flota de vehículos, es perentorio tenerlos en perfecto estado, ya que de ello depende el cumplimiento de parte de sus funciones, por ende, está directamente asociado a las ganancias y prestigio del negocio.

En cuanto a las ganancias, hay que saber que parte de ellas se deben reinvertir en la manutención de la plataforma que hace viable la operatividad de la empresa. Ahora bien, todos queremos tener negocios rentables, por lo tanto, hay que mitigar los gastos en tanto sea posible.

Si el mantenimiento de los vehículos se come un gran porcentaje de los ingresos hay que cuestionar la opción que se esté aplicando para suplir esa necesidad. Por ejemplo, si solo se adquieren repuestos nuevos, seguramente la cantidad a desembolsar ha de ser muy elevada, sobre todo si se trata de piezas originales.

Alternativas para minimizar gastos en el mantenimiento de los vehículos

Afortunadamente el mercado es amplio y hay ofertas con las cuales resolver eficientemente el mantenimiento de los vehículos de la empresa. A continuación las alternativas más recomendadas:

• Recambios genéricos: ciertamente hay muchos detractores de esta opción, ya que hay varias piezas que resultan de mala calidad, por lo cual, hay que proceder a sustituir con gran frecuencia, y en algunas ocasiones llegan a perjudicar otras partes del vehículo. No obstante, no todas son así, hay las que incluso superan a las originales. Pero ciertamente hay que saber escoger entre tanta variedad de repuestos de las llamadas “marcas blancas”.
• Piezas de segunda mano: en este sector económico podemos encontrar, tanto recambios originales como genéricos, su coste es mucho menor en comparación a los nuevos. Sus prestaciones serán similares a las que no han sido usadas, siempre y cuando se garantice que están en perfecto estado. Aquí la precaución principal es la procedencia.

Evidentemente, no se debería comprar a cualquiera, este tipo de recambios se tiene que hacer a través de Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos (CATV), que coloquialmente conocemos como desguaces. Los que funcionan en España los podemos ubicar en la web telefonosdedesguaces.es

Reparar las partes averiadas: hay empresas que tienen mecánicos y herramientas para reparar ciertas piezas y no tener la necesidad de comprar otras. En este caso, hay que discernir cuando conviene y estar conscientes de qué tan bien hayan quedado.